Seguramente has oído hablar del squirt o del squirting. Bien sea porque un pajarito te lo comentó, porque lo viste en aquel capítulo de Californication o porque lo descubriste un día viendo porno.
Sea como sea, seguro que te gustaría llegar a tener un squirting o conseguir que la persona con la que tienes relaciones sexuales llegue a experimentar esta sensación.
Pues bien, hoy aquí te vamos a dar unos cuantos consejos para conseguir el squirting… Porque todas las personas con vagina estamos potencialmente preparadas para conseguirlo y, además, merecerá la pena intentarlo porque el placer está más que asegurado.
Squirting: desmintiendo el mito
Permítenos desmentir un mito alrededor del squirting: la eyaculación femenina (o, mejor dicho, vaginal) y el squirting NO son lo mismo, podemos decir que son “fenómenos” diferentes. Sí, tal y como lo lees. Se parecen, pero no son lo mismo debido a que los órganos y los mecanismos que los producen son diferentes.
La eyaculación vaginal es la más común: en el momento del orgasmo, las personas con vagina liberamos una especie de líquido blanquecino que puede llegar a confundirse con la lubricación procedente de la excitación sexual. También puede ser expulsada con la orina, a través de la uretra, después del encuentro sexual. Las responsables de la eyaculación son las glándulas Skene, y la cantidad de líquido que se segregue durante el orgasmo dependerá del tamaño de las mismas.
Entonces, ¿qué es el squirting?
El squirting consiste en que al estimular dos zonas claves, se expulse por la uretra un chorro de líquido transparente, que sale de la vejiga y está compuesto básicamente por una mezcla entre urea y otros componentes parecidos a los de la orina... Sí, sí, así como suena, aunque debes tener en cuenta que la mayoría de personas no han llegado a experimentar un squirting nunca, y – algunas de las que lo han conseguido – ha sido de manera inesperada y embarazosa.
Y te preguntarás, ¿pero cómo se consigue? Pues lxs personas que lo han experimentado comentan que se consigue mediante una estimulación vigorosa de la zona G y/o clítoris.
Es importante que sepas que tener un squirting no significa que disfrutarás más que en un orgasmo cualquiera, es simplemente una manifestación sexual más, así que no te desesperes si no lo consigues.
Ahora que lo tienes claro ¿cómo conseguir el squirting?
Como lo prometido es deuda, a continuación te damos unos consejitos para que lograr el squirting sea más efectivo:
- Relájate: primero de todo debes estar convencidx de que lo quieres hacer así que, relaja tu mente y déjate llevar. Puedes probar respirando lentamente durante unos minutos y concentrándote en la respiración. Otro truco que también funciona es concentrarte en la manera en la que tu pareja sexual te toca, en cómo te besa... procura disfrutar con cada estimulación.
- Conéctate con la experiencia: y es que, a veces, nos preocupamos demasiado por la meta – conseguir el squirting – y nos olvidamos de disfrutar cada segundo de la experiencia sexual. Estar demasiado enfocadxs en llegar nos puede privar de pasarlo bien y, por tanto, alejar nuestra meta cada vez más.
- Lubrícate: si ya sabes que tu objetivo es conseguir el deseado squirting, y que nuestro principal aliado será la zona G, no dejes de lado una ayudita extra. Te recomiendo que pruebes el lubricante efecto calor que aumenta la sensibilidad de la zona G y lo hace más… amigable.
- Estimula: puedes hacerlo con tus dedos, con el pene de tu pareja o con un juguetito sexual. Estírate, relájate y disfruta. Cuando estimules tu zona G debes ir probando, cambiando el ritmo y la forma de estimular. Te recomendamos a Genio Plus, creado especialmente para llegar a la zona G gracias a su punta curvada y a su tamaño perfecto.
- ¡No te olvides del clítoris! El squirting requiere un trabajo en equipo entre la zona G y el clítoris, así que, mientras estimulas uno, no olvides de darle amor a nuestro querido amigo… escúchalo y tócalo como él te pide.
- No te alarmes si sientes ganas de orinar… Si buscas conseguir el squirting es una sensación que seguro sentirás. Que te sirva como pista para saber qué vas por muy buen camino.
Ayudita extra: mejores posturas para el squirting
Y para que disfrutes al máximo, te vamos a dar un par de posturas claves para que la estimulación de la zona G sea más directa y más efectiva:
- Vaquera: es genial para estimular la zona G porque puedes mover las caderas y adaptarte buscando la comodidad. Puedes inclinarte hacía delante o hacia atrás, ajustar la velocidad y también la presión aplicada en la zona G, según te vaya gustando más.
- Perrito: es la más fiable para estimular la zona G porque la presión se da directamente en la pared frontal de la vagina, llegando a la zona G y estimulándola de manera repetida.
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Esperamos que todas estas recomendaciones te sean útiles para saber por dónde empezar así que… ¡manos a la obra y a explorar!